El presente es y debe ser para los mexicanos un momento de reflexión, un alto en el camino, para revisar lo que hemos venido haciendo como país.
Meditar si las expectativas, que los hombres y mujeres que nos legaron esta patria se han cumplido, cuales si y cuales no y el por que de las cosas que no se han logrado conseguir.
Oteando el horizonte de nuestra historia, en lo que a Coahuila de Zaragoza se refiere, las marcas de nuestra senda se ven entrecruzadas lo que demuestra lo difícil que ha sido nuestro andar hasta llegar al presente.
Los primordiales de estas maravillosas y benignas tierras, nuestros nativos, por que llamarlos indígenas me suena a peyorativo; ya no existen, han desaparecido, los desaparecieron o los desaparecimos, eran los parientes incómodos, ellos amaban también esta tierra y eran sus dueños.
Pero la llegada del hombre “blanco y culto”, con una “religión verdadera y humanista” los esclavizó, sacrificó inhumanamente y los desapareció.
Las causas son conocidas, es el aprovechamiento del ser humano por el ser humano, del más fuerte desplazando al mas débil.
¿Dónde esta o estuvo el “amor al próximo” y la caridad así como las demostraciones fingidas y manoseadas de la supuesta “Hermandad entre los seres humanos”?
De la libertad, de los derechos humanos, de la democracia…
Coahuila de Zaragoza, es un estado libre y soberano.
Donde aún tenemos una vergonzante desigualdad y pobreza, los avances producto de nuestra independencia a partir de 1810 y de la revolución de 1910, han sido magros y no solo eso, sino que los valores cívicos y morales, brillan por su ausencia y abarcan a una gran parte de nuestra población en el estado y en todo el país.
El progreso mundial claro que si ha llegado a nuestro estado y a nuestro país, pero a un muy reducido número de connacionales, inclusive algunos se llenan de orgullo de que contamos en el país, con el hombre más rico del mundo.
Pero esto es en realidad una vergüenza, ya que no debiera haber uno solo, sino cientos y quizás por que no miles de ricos, por que nuestro país y nuestro estado es inmensamente rico en recursos humanos y materiales.
Es necesario que los ciudadanos de este país y en especial de nuestro estado, tengamos verdaderamente valores de unidad y amor por nuestro terruño y nuestra patria.
Que es bueno el libre mercado y la libre competencia.
Pero ojo, esto debe hacerse entre iguales.
No como se ha venido haciendo hasta el presente en forma mañosa e hipócrita y como se enseña en Universidades de prestigio de los principales estados capitalistas de vanguardia y también de nuestro país.
Que pregonan y vociferan a todo pulmón, por el libre mercado y libre transito de mercancías mundial, así como de los flujos de capital.
Claro a ellos los preparados les conviene por que así se aprovechan de los incultos, de los ignorantes.
Como se puede apreciar, las cosas no han cambiado mucho desde hace más 200 años y esto esta sucediendo actualmente en muchas partes del país y el planeta.
Lo que ha cambiado, son los tiempos y los actores.
