Publicado anteriormente el viernes, 16 de abril de 2021
Curiosidades sobre la Expansión del Universo, que son interesantes de observar...
La ilustración que presentamos hoy, es bastante elocuente e ilustrativa como para que las personas con sentido inquisitivo observen y mediten lo que aquí se manifiesta.
Información adicional y Agradecimiento por la oportunidad de utilizar su material con fines de investigaciòn, difusiòn cultural y sin afàn de lucro
FRAGMENTO POR CORTESÍA DE:
Manly Hall
ANATOMÍA OCULTA
The Occult Anatomy of Man
BIBLIOTECA UPASIKA
www.upasika.com
Colección “Manly Hall”
Manly Hall – Anatomía Oculta
PARTE I
EL SIMBOLISMO DEL CUERPO HUMANO
En la Escritura se nos dice que Dios hizo al hombre a su propia imagen y semejanza. Así ha sido declarado no solamente en la Biblia Cristiana, sino también en la mayoría de los escritos sagrados de los seres iluminados. Los patriarcas judíos enseñaron que el cuerpo humano es el microcosmos, o pequeño cosmos, hecho a la semejanza del macrocosmos, o gran cosmos. Esta analogía entre lo finito y lo infinito se ha dicho que es una de las claves por la cual se pueden develar los secretos de la Sagrada Escritura. No hay ninguna duda que el Viejo Testamento es un libro de texto fisiológico y anatómico para aquellos que son capaces de leerlo desde un punto de vista científico. Las funciones del cuerpo humano, los atributos de la mente y las cualidades del alma humana, han sido personificados por los sabios de la antigüedad, y un gran drama ha sido elaborado acerca de sus relaciones entre si mismos y con los demás. Al gran egipcio semidios Hermes, la raza humana debe su concepto sobre la ley de analogía. El gran axioma hermético fue: "Como arriba es abajo; como abajo es arriba."
Todas las religiones antiguas estaban basadas en el culto a la Naturaleza, el cual, en una forma degenerada, ha sobrevivido hasta nuestros días como culto fálico. La adoración de las partes y funciones del cuerpo humano comenzó en el último período de los Lemures. Durante la época Atlante esta religión dio lugar al culto del sol, pero incorporando en sus doctrinas muchos de los rituales y símbolos de la creencia anterior. La construcción de los templos en la forma del cuerpo humano es una costumbre común a todos los pueblos. El tabernáculo de los judíos, el gran templo egipcio de Karnak, las estructuras religiosas de los sacerdotes hawaianos, y las iglesias cristianas dispuestas en forma de cruz, son ejemplos de esta práctica. Si el cuerpo humano fuera extendido sobre uno de estos edificios, con los brazos abiertos, se vería que el altar mayor ocuparía la misma posición relativa que el cerebro ocupa en el cuerpo humano.
Todos los sacerdotes de la antigüedad conocían anatomía. Aceptaban que todas las funciones de la Naturaleza eran reproducidas en pequeño en el cuerpo humano. Por lo tanto, consideraban al hombre como un libro y enseñaban a sus discípulos que entender al hombre era comprender el universo. Aquellos sabios creían que cada estrella en el cielo, cada elemento en la tierra y cada, función en la Naturaleza, estaba representado en el cuerpo humano por su correspondiente centro, polo o actividad.
Esta correlación entre la Naturaleza y la naturaleza interna del hombre que estaba oculta para las masas constituía las enseñanzas secretas del antiguo sacerdocio. La religión era considerada mucho más seriamente que lo que es en nuestros días, por los atlantes y egipcios. Era la vida misma de estos pueblos. Los sacerdotes tenían un control total sobre millones de ignorantes hombres y mujeres, a los cuales se les había enseñado desde su infancia que estos patriarcas, con sus atavíos y luengas barbas, eran los mensajeros directos de Dios; y se creía que toda desobediencia a lo ordenado por los sacerdotes atraería sobre la cabeza de los transgresores la cólera del Todopoderoso. El templo dependía de su apoyo, basado en su secreta sabiduría, la cual daba a los sacerdotes control sobre ciertos poderes de la Naturaleza y los dotaba de una sabiduría y comprensión enormemente superior al estado seglar que ellos controlaban.
Esos sabios comprendieron que en la religión había algo mucho más grande que el mero canto de mantrams e himnos; ellos comprendieron profundamente que la senda de la salvación sólo puede ser recorrida con éxito por aquéllos que tienen conocimiento práctico y científico de las funciones ocultas de sus propios cuerpos. El simbolismo anatómico que ellos desarrollaron para perpetuar este conocimiento ha llegado hasta la cristiandad moderna, pero, aparentemente, su clave parece haberse perdido. Es una tragedia para los religiosos el estar rodeados por cientos de símbolos que no pueden comprender; pero, es más triste aún que ellos hayan llegado a olvidar totalmente que estos símbolos tienen otro significado que las tontas interpretaciones que ellos a su manera han urdido...
https://es.wikipedia.org/wiki/Big_Bang