AVIACIÓN
CAPITÁN PILOTO AVIADOR
EMILIO CARRANZA RODRIGUEZ 
EMILIO CARRANZA RODRIGUEZ
HONOR, VALOR, LEALTAD
Publicada originalmente el 12 de julio de 2010
EL MUSEO NACIONAL DE LA AVIACIÓN Y EL ESPACIO, LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA; COMO CADA AÑO LO HA VENIDO HACIENDO Y AHORA CON LA COLABORACIÓN DE LA SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL Y LA FUERZA AÉREA MEXICANA, QUIENES APORTARON LA DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA QUE A CONTINUACIÓN SE MUESTRA, RENDIMOS UN HOMENAJE PÓSTUMO A UNO DE NUESTROS PRIMEROS HÉROES MEXICANOS DE LA AVIACIÓN MILITAR; NACIDO EN RAMOS ARIZPE, COAHUILA; EL CAPITÁN PILOTO AVIADOR EMILIO CARRANZA RODRIGUEZ, EN EL 84 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO, OCURRIDO EL 12 DE JULIO DE 1928, EN MOUNT HOLLY, DEL CONDADO DE BURLINGTON, NUEVA JERSEY, USA.
A CONTINUACIÓN SU HISTORIA:...
El Capitán Emilio Carranza Rodriguez joven y célebre piloto aviador militar, quien a muy corta edad escribió con letras doradas su nombre en las páginas de la historia de la aviación mundial y principalmente en la de nuestro país. Oriundo de la villa de Ramos Arizpe, Coahuila; sobrino nieto del general Venustiano Carranza y sobrino del General Alberto Salinas Carranza; cursó con éxito sus primeros estudios en su ciudad natal y en la ciudad de Eagle Pass, Texas. Hizo de la aviación su pasión, efectuó su primer vuelo en solo el 9 de Mayo de 1925, recibiendo el título de Teniente Piloto Aviador el 14 de Enero de 1926.
Desde su formación como aviador, se caracterizó por su valor y arrojo que le ganaron el aprecio de sus superiores y compañeros, entre los que se contaban, el General Roberto Fierro Villalobos, Pablo L. Sidar, Gustavo León y Adán Pérez Gálvez, Distinguidos personajes de la entonces incipiente aviación mexicana. Ya graduado, empezaron a tomar forma en su mente los más variados y atrevidos planes para efectuar vuelos de larga distancia que lo obligaron a mantenerse al día en los adelantos aeronáuticos de la época.
Como soldado del aire al servicio de la patria, el teniente Emilio Carranza colaboró con su país en tiempos difíciles. Uno de éstos momentos fué el que desató el levantamiento de los indios Yaquis en Sonora, cuando tuvo lugar una campaña con el objetivo de pacificar la zona en 1926.
La aviación militar destinó para ésta campaña, tres escuadrillas de vuelo, una de las cuales estaba al mando del entonces Mayor Piloto Aviador Roberto Fierro Villalobos y Bajo sus órdenes se encontraba el teniente Emilio Carranza, quien por su Excelente desempeño fue ascendido a Capitán.
El Capitán Carranza que seguía soñando con realizar grandes vuelos, logró rescatar un avión Quetzalcoatl (Tololoche), de los 5 fabricados en los Talleres Nacionales de Construcciones Aeronáuticas, que para aquel entonces se encontraban abandonados y destruidos.
Dando muestras de su alta capacidad técnica y conocimientos en la nueva ciencia aeronáutica, él mismo dirigió las reparaciones para poner al "Coahuila" en condiciones de vuelo, siendo equipado con un motor alemán BMW de 185 hp; después de hacer los vuelos de prueba necesarios, los cuales arrojaron por resultado la perfecta operación del Tololoche, el piloto mexicano se reportó listo para realizar un vuelo sin escalas entre la Ciudad de México y Ciudad Juárez.
Para tan memorable hazaña y dando muestras de su arraigo y cariño por su tierra natal, Emilio bautizó el avión con el nombre de "Coahuila". En ésta aeronave,realizó el 2 de Septiembre de 1927 el vuelo sin escalas México - Cd. Juárez, con un tiempo récord de 10 horas y 30 minutos. A finales de 1927 y principios de 1928 se recibió en México la visita de reconocidos pilotos internacionales que estimularon a los aviadores mexicanos para alcanzar nuevas metas, entre los visitantes se encontraba el célebre Charles Lindbergh, con quien Emilio Carranza había ya entablado amistad.
Como una más de sus hazañas, el 24 de Mayo de 1928, efectuó el vuelo más largo sin escalas, realizado por un aviador mexicano hasta ese momento, saliendo de la ciudad de San Diego, California y arribando al día siguiente a la Ciudad de México, el vuelo fué efectuado en un monoplano "Ryan" que había sido adquirido por medio de una suscripción popular promovida por el Gobierno de la República y un comité presidido por el Lic. Gustavo Espinoza del periódico "Excelsior".
El objeto de haber adquirido éste aeroplano era efectuar el vuelo sin escalas México - Washington y el retorno Nueva York - México, para corresponder al vuelo efectuado por el Coronel norteamericano Charles Lindbergh, a la capital mexicana. En Diciembre de 1927 en ese mismo tipo de avión, que a nivel internacional era el segundo vuelo más largo realizado en el mundo hasta entonces.
Por fin el día 11 de Junio de 1928 a las 8:00 horas, Carranza emprendió el histórico vuelo que lo llevaría a la inmortalidad, en el avión bautizado "México - Excelsior", miles de personas lo despidieron jubilosamente en Balbuena, D.F., después del medio día del 12 de Junio del mismo año, alcanzó su meta: la ciudad de Washington, donde fue objeto de infinidad de honores, siendo invitado a visitar la academia de West Point en la que pasó revista a los cadetes, otorgándosele el título de Embajador de México de buena voluntad.
Terminada su estancia en Washington, el 17 de Junio, Carranza abandonó el campo aéreo de Bolling, escoltado por un escuadrón de aeronaves militares y posteriormente fue recibido por otro escuadrón militar en el campo aéreo de Mitchell, Nueva York.
Presidiendo el comité de recepción el alcalde Jimmy Walker quien le entregó las llaves de la ciudad.
Finalizada la primera etapa del viaje, el Capitán Emilio Carranza Rodríguez tuvo como misión, además del histórico vuelo realizado, el fomento de las relaciones entre nuestro país y los Estado Unidos de Norteamérica, tiempo que además aprovechó para prepararse para el regreso.
Tras varios días de espera por las malas condiciones meteorológicas que prevalecían, el 12 de Julio, el Capitán Emilio Carranza emprendió el vuelo de regreso a la Ciudad de México, el cual no concluiría, ya que al estar volando en medio de una tormenta su avión se precipitó a tierra, estrellándose en un lugar boscoso cercano a Mount Holly, del condado de Burlington, Nueva Jersey.
El pueblo norteamericano le tributó grandes honores por su heroica proeza, erigiéndose un monumento en la población de Mount Holly, marcando el lugar donde el Gran Piloto Mexicano perdió la vida. El cuerpo del Capitán Emilio Carranza fue traído a México a bordo de un avión B-17 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de Norteamérica
Se emitieron timbres postales a la memoria del héroe con fecha del 12 de Julio de 1929, a un año de su muerte.
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El nombre de éste ilustre Aviador Militar, se ha dado título a varias condecoraciones para premiar los méritos en la aeronáutica nacional.
Como un ejemplo de lo anterior y haciendo honor a la importante contribución de éste Aviador Militar a la aviación mexicana, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes realiza cada año una ceremonia para conceder la condecoración "Emilio Carranza" en sus diversas clases a diversos profesionistas que se encuentran aportando reconocidos logros en el campo de la aviación en México. La corta pero exitosa vida de uno de los pilotos más memorables de la aviación militar nacional e internacional, pone en alto el nombre de México y de la Fuerza Aérea Mexicana. Su ejemplo y valor son inapreciables prendas que deben aquilatar las actuales generaciones para continuar escribiendo la exitosa historia de nuestra Fuerza Aérea y de Nuestra Nación.
DESCANSE EN PAZ
